Pude disfrutar en San Isidro.
Buenos días,
Como ya os conté el día de San Isidro el cole de mi hija pequeña organizaba una convivencia de los niños con los padres en un camping del escorial, para hacer juegos y pasar el día juntos.
Bueno pues como os dije no pensaba perdérmelo por nada del mundo porque era importante para mi hija y para mi también, de hecho los niños los cuales ninguno de los padres pudieron ir estaban un poco tristes aunque las profesoras los atendían súper cariñosas y los monitores también y los hacían participes de todos los juegos.
Yo venia de una semana un poco fastidiada con los mareos, pero cogí la mochila, el chándal y ¡ala! para el camping.
Me llevé de todo por si me daba la ansiedad, el Ansium, la flores de Bach, el tensiómetro, el pulsímetro, lo de la glucosa etc.... y la verdad que iba tan convencida que hasta me levante muy bien.
Nos fuimos y allí jugamos con los niños, nos reímos, nos caímos al suelo, nos lo pasamos como niños y los niños estaban tan contentos que me gustaría que hubieseis visto sus caritas cuando jugábamos con ellos por ejemplo al pilla pilla, o al pañuelo, incluso a la zapatilla por detrás, la verdad es que fue para ellos algo novedoso no es habitual ver a los padres sentados en el suelo o corriendo detrás de ellos todo un día entero.
Cuando fuimos en una ocasión con algún niño al baño, yo los acompañe para que no fuera la profesora sola con 8 o 9 niños y si es verdad que en el camino parecía que me iba mareando un poco, pero decía no puedo hacer que me vean así, no tengo que ser la nota que lo joda todo, y bueno, tire para adelante, luego a la hora de marcharnos también me paso algo parecido de camino al autobús parecía que me estaban subiendo las pulsaciones y que me mareaba un pelín pero no hice caso me agarre de la mano de mi hija y tire para el autobús como una campeona.
Me siento muy orgullosa de como me repuse a los embistes de Ansiedad, y de lo bien que nos lo pasamos tanto los niños como los mayores, era un día muy especial para ellos y dedicado a ellos, solo hicimos JUGAR y fue muy bonito.
Doy gracias por haber podido disfrutar del día junto a mis hijas y mi madre que también se apuntó.
Hoy tengo agujetas y estoy echa polvo, pero mereció la pena.
Como ya os conté el día de San Isidro el cole de mi hija pequeña organizaba una convivencia de los niños con los padres en un camping del escorial, para hacer juegos y pasar el día juntos.
Bueno pues como os dije no pensaba perdérmelo por nada del mundo porque era importante para mi hija y para mi también, de hecho los niños los cuales ninguno de los padres pudieron ir estaban un poco tristes aunque las profesoras los atendían súper cariñosas y los monitores también y los hacían participes de todos los juegos.
Yo venia de una semana un poco fastidiada con los mareos, pero cogí la mochila, el chándal y ¡ala! para el camping.
Me llevé de todo por si me daba la ansiedad, el Ansium, la flores de Bach, el tensiómetro, el pulsímetro, lo de la glucosa etc.... y la verdad que iba tan convencida que hasta me levante muy bien.
Nos fuimos y allí jugamos con los niños, nos reímos, nos caímos al suelo, nos lo pasamos como niños y los niños estaban tan contentos que me gustaría que hubieseis visto sus caritas cuando jugábamos con ellos por ejemplo al pilla pilla, o al pañuelo, incluso a la zapatilla por detrás, la verdad es que fue para ellos algo novedoso no es habitual ver a los padres sentados en el suelo o corriendo detrás de ellos todo un día entero.
Cuando fuimos en una ocasión con algún niño al baño, yo los acompañe para que no fuera la profesora sola con 8 o 9 niños y si es verdad que en el camino parecía que me iba mareando un poco, pero decía no puedo hacer que me vean así, no tengo que ser la nota que lo joda todo, y bueno, tire para adelante, luego a la hora de marcharnos también me paso algo parecido de camino al autobús parecía que me estaban subiendo las pulsaciones y que me mareaba un pelín pero no hice caso me agarre de la mano de mi hija y tire para el autobús como una campeona.
Me siento muy orgullosa de como me repuse a los embistes de Ansiedad, y de lo bien que nos lo pasamos tanto los niños como los mayores, era un día muy especial para ellos y dedicado a ellos, solo hicimos JUGAR y fue muy bonito.
Doy gracias por haber podido disfrutar del día junto a mis hijas y mi madre que también se apuntó.
Hoy tengo agujetas y estoy echa polvo, pero mereció la pena.
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